Comenzando.
A
___ por estar y no estar,
Por
desaprender a cómo herirme y aprender a cómo abrazarme.
Siempre ha sido tú y yo nunca he
querido darme cuenta,
Pero hoy es demasiado tarde para
volver.
Hace
dos días que decidí decirte adiós con el corazón abierto y un cartel de “Comenzando desde cero” colgado en mi mirada. Ya no
quiero vivir en esta estación lleno de recuerdos, no quiero vivir debajo de las
cicatrices que me hicieron por no saber quererme, por no saber cómo decirle a
una persona que tengo la tristeza habitando cada rincón de mi cuerpo; no quiero
vivir muriendo, sin conocer a qué sabe –de
verdad- la felicidad.
He
decidido despedirme de ti, de tus recuerdos y de todos aquellos poemas que me
escribiste. He decidido decirte que te quise; no quiero vivir debajo del puente
del dolor mientras veo cómo tú, el que deje que me rompiese, tiene otro
refugios, otras esperanzas, otras mil sonrisas a las que besar.
No
quiero ser la niña triste que llora a escondidas, la que no deja de curarse las
heridas porque no aprende a que el pasado, pasado es. Quiero irme de esta
habitación y volver a ver cómo las mariposas vuelan alrededor mío, y no
cómo se mueren porque no quiero aceptar que te fuiste para no volver.
No
quiero seguir siendo tan mía, tan de la tristeza y tan del pasado. No quiero
refugiarme en mis propias ojeras mientras soy testigo de cómo otros corazones,
confusos, huyen de mi estación por no saber cómo encontrarme.
Hace
dos días que deje de buscarme en tus versos; dejé de quemarme el corazón y permití que el silencio se fuese a otra
piel dónde esconder toda su tristeza. Ya
no me duele tu despedida silenciosa, ni las caricias arrancadas. No me duele el
vacio que me regalaste como recuerdo de una historia que nunca te atreviste a
poner punto y final.
No
me siento mal. No me siento tan perdida como cuando me encontraste en aquel
callejón dónde sólo habitaban los monstruos, las heridas y las espinas de los
errores que cometí. Siento como mi corazón vuelve a palpitar despacio, sin prisas,
procurando frenar a tiempo antes de que las ilusiones exploten.
Ya
no estoy anclada a esa estación dónde tus ojos me encontraron cuando mi mundo
estaba en ruinas; ya no duelen tus besos no dados, ni las dudas que anidaron en
mis pestañas cuando tus labios pronunciaron su nombre y no el mío.
Hace
dos días que decidí cerrar la puerta que me lleva a tu vida.
Hace
dos días que abrí los ojos, y me pregunté por qué no intentarlo, por qué no
empezar de nuevo en otro vagón con otra persona que sepa abrazarme y apreciar
la tinta que corre por mis venas.
Por qué no.
Siempre he querido empezar desde cero, olvidarme de todo, aprender de mis cicatrices y seguir mi camino. Pero es más fácil decirlo que hacerlo, una parte de mí siempre se pierde mirando atrás, es fácil olvidar lo malo pero esos momentos de felicidad absoluta creo que son imborrables.
ResponderEliminar